TEMAS DE RECOSUR

Jueves 30 de abril de 2009

MÉXICO GRIPE PORCINA

I. LAS DUDAS

José Gil Olmos

Proceso

MEXICO, D.F., 29 de abril - En Italia, a una buena amiga le han cancelado esta semana dos reuniones con unos amigos (uno de ellos francés) desde que se supo que en México había surgido el virus de la influenza porcina. Ella lleva meses en Roma y sospecha que la cancelación de las reuniones es por el simple hecho de ser mexicana.

La ignorancia o la falta de información, como quiera verse, es una de las peores cosas que pueden ocurrir en momentos de emergencia, como el que ahora vivimos en la ciudad de México, con el brote del virus.

Desde que el jueves pasado a las 11 de la noche Felipe Calderón salió a decir que el virus porcino había afectado a ciertos sectores de la población, comenzaron a surgir múltiples versiones del origen, evolución y los efectos de esta enfermedad viral.

El manejo fascista del problema epidemiológico prendió el pánico y la psicosis social que hoy vivimos. La falta de una información certera y confiable nos llevó a comprar miles de cubrebocas pensando que con eso ya estábamos protegidos sin tomar en cuenta que su efectividad era de apenas un par de horas. Conforme pasaron las horas, el gobierno de Calderón implementó una estrategia de medios en la cual darían la cara, en la mañana y en la tarde, los titulares de Salud, Educación y Trabajo para informar a la población cuál era la evolución de la epidemia. Se tomó la decisión de cerrar las escuelas hasta el 6 de mayo a nivel nacional y luego el gobierno capitalino determinó cerrar restaurantes, bares, changarros de comida, cantinas y clubes deportivos, entre otros centros de recreación; mientras que la Iglesia Católica ordenó el cierre de todas sus iglesias.

Así, de un día a otro, la ciudad de México transformó su cara. El tráfico disminuyó, salieron aproximadamente medio millón de personas a ciudades aledañas como Cuernavaca y Querétaro y otros más aprovecharon para mandar a sus familias a las playas más cercanas de Guerrero y Veracruz.

En las farmacias se agotaron los antigripales y los cubrebocas, y en los supermercados han empezado a surgir compras de pánico de alimentos enlatados, agua, verduras y carnes, menos la de puerco, a pesar de que ya se dijo que el contagio es de humano a humano.

Abarrotados los hospitales, clínicas y centros médicos de toda la ciudad, los que sufren un catarro o gripe son vistos como un peligro. Un estornudo es signo de peligro y pobre de aquel que lo haga en público porque de inmediato es señalado con las miradas y marginado de cualquier grupo.

La determinación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de poner primero en fase cuatro y hoy en cinco el nivel de contagio de la influenza, es decir, declarar que se trasmite entre los humanos y en todo el mundo, ha creado mayor preocupación entre los mexicanos por la falta de información de cuál es el comportamiento del virus y hasta cuando se tendrá una vacuna.

Además, el gobierno de Calderón ha mantenido en secreto a las familias de los 7 muertos por influenza, número de decesos que por ser tan pocos causó extrañeza entre la población, pues por las medidas adoptadas se pensaba que serían decenas.

Este sólo dato ha ocasionado que muchos piensen que se trate de un problema de salud que se esta manejando con tintes políticos para beneficiar al PAN en las elecciones del próximo 5 de julio. Se cree que Calderón quiere erigirse como héroe asumiendo como un triunfo de su gobierno el control de la pandemia.

La ausencia de una imagen de los muertos, la ausencia de datos precisos de qué población o de que zonas son los infectados; las versiones de que se ha obligado a las familias a no hablar y a quemar los cuerpos de sus muertos, así como las contradicciones entre el número de victimas fallecidas por el virus y la población infectada, ha alimentado más la psicosis social.

A seis días de que se declaró oficialmente la presencia del virus de influenza porcina, todavía siguen surgiendo dudas de qué estamos enfrentando, qué tipo de virus es el que ataca a los mexicanos, si los virales son efectivos y suficientes. Pero también cuál va a ser el impacto en la economía nacional y si estamos preparados para aguantar seis meses, tiempo que la OMS considera se necesita para tener una vacuna.

Son muchas las dudas que están surgiendo conforme pasa el tiempo y se disemina más el virus en otros estados del país. Todo parece indicar que el esfuerzo gubernamental esté en este momento concentrado en romper la cadena de contagio, y por ello se ha pedido evitar los saludos de mano o de beso en la mejilla y el contacto en grupos.

Pero se olvida que, sin información precisa y oportuna de lo que estamos enfrentando, el miedo social puede crecer y desbordarse, lo que nos llevaría a una situación de descontrol que nadie quiere.

Infodemex / Proceso / RECOSUR

II. EL NEGOCIO DE LA GRIPE PORCINA O EL MANEJO DEL MIEDO

Fernando Lema

El pánico social es un excelente negocio. Lo vemos cotidianamente en la campaña electoral o en los noticieros televisivos. Pero ya lo conocimos en 2002 con la gripe aviar cuando las empresas farmacéuticas lo ensayaron para producir antivirales, vendidos, pero jamás utilizados. Lo que sorprende o interroga, es la urgencia con la que el Organismo Mundial de la Salud lanza alertas mundiales antes de conocer la morbilidad, mortalidad, riesgos, difusión, tipo de cepa, patogenicidad, métodos de diagnostico, disponibilidad y confiabilidad del mismo, tratamientos posibles y alternativos para países con bajos recursos, para la gripe producida por el virus mutante de la influenza porcina.

La gripe es una enfermedad frecuente en porcinos, por lo menos uno de cada cuatro cerdos en todo el mundo tiene anticuerpos, signo de haber padecido la enfermedad, pero rara vez hay contaminación humana. Por lo general, estos casos aparecen en personas que trabajan con los cerdos. También fueron descriptos algunos raros casos de personas que contagiaron el virus de la influenza porcina a otras. Mucho más rara es la adaptación del virus porcino a humanos y la generación de un nuevo virus especifico del epitelio respiratorio de la especie. El pasaje a humanos del virus de la influenza porcina se encuentra en los registros de los Centros de control de enfermedades infecciosas, en EEUU, desde hace algunas décadas. En los últimos cuatro años se conocieron 12 casos de infecciones por influenza porcina en personas.

De la misma manera que lo hacen los virus de la gripe humana los virus de la influenza porcina cambian permanentemente. Pero a diferencia del humano los virus de la influenza de otras especies (aves, humanos) pueden infectar a los cerdos y en esos casos, al reproducirse en las células del tracto respiratorio, los virus pueden intercambiar sus genes generando nuevos virus diferentes a los anteriores.

El número de muertos producido por la emergencia gripal en México es mucho menor que el causado al mismo tiempo en niños por la diarrea viral, o los accidentes de tránsito o el cáncer de pulmón, en el mismo país. O los muertos producidos por la crisis financiera y especulativa que dejó a millones de personas al borde del camino y aún más lejos de cualquier forma de asistencia.

Esta semana la prensa italiana titulaba "40 millones de dosis de antivirales para proteger a toda Italia", ese es el negocio, el pánico de la gente y la medicina espectáculo. Compro y resuelvo, ya no hay riesgo, la enfermedad no existe, el "príncipe" hizo el milagro esperado.

Pero más allá del miedo que precipita los precios del petróleo, hunde las agencias de viajes, cierra los negocios en México, aumenta los costos aeroportuarios por la compra de termómetros para controlar la temperatura de millones de viajeros y desplaza el personal de salud a problemas seguramente menos relevantes que los cotidianos del sistema sanitario, cuanto le cuesta a la precaria salud mundial esta deriva de recursos? cuantos van a morir en el mundo como consecuencia de estos dramáticos desplazamientos de recursos deficitarios para pelear contra fantasmas?.

El imaginario social sigue agitándose como con la peste en la Edad Media o con la gripe española del siglo pasado, o con el SIDA hasta que se volvió enfermedad crónica para los países ricos. La diferencia es que ahora la información mundial es instantánea y el reflejo de protección es comprar. La gente reacciona agotando los tapabocas, vacunándose contra un virus que no los protegerá de la variedad recombinante. surgida por el hacinamiento productivo entre cerdos y hombres.

Es la sociedad la que esta enferma, de falta de método, de ausencia de visión critica, de falta de sentido común y seguimos siendo víctimas de un manejo informativo sin análisis ni responsabilidad social, seguimos comprando espejitos de colores frente al temor a lo desconocido. Claro que ahora no hay muchos espejitos ni colores, hay solo dos, se llaman antivirales y los venden dos empresas farmaceúticas cuyas acciones están en las nubes desde la semana pasada.

Fernando Lema / El perro gil / RECOSUR


URUGUAY LEY DE CADUCIDAD

I. CARTA ABIERTA A LOS QUE NO TRABAJARON POR LAS FIRMAS

El Popular, jueves 30 de abril de 2009

Ignacio Martínez

El pueblo avaló la Ley en 1989. Ahora el pueblo la anulará. Nada será más claro y vehemente. Tenemos que estar juntos en este desafío. Han pasado 20 años. Una enorme cantidad de compatriotas, ayer muy jóvenes, tiene hoy sobre sus hombros gran parte de la vida del país. Los chicos que entonces tenían 15 o 16 años, hoy son mujeres y hombres de 35 o 36, esa franja vital para el sostenimiento de una nación. De allí para abajo decenas de miles de muchachas y muchachos van a votar esta vez. Con ellos tenemos que trabajar para que la inmensa mayoría de nuestro pueblo introduzca la papeleta del SÍ en el voto que ponga en la urna, cualquiera sea. También debemos trabajar intensamente con las generaciones mayores para convencerlos de que el país que van a dejar no debe contener una ley que nos deshonra y que crea ciudadanos de diferentes categorías. Lejos estoy de los argumentos que esgrimieron los que, desde distintos sectores de la izquierda, no trabajaron para juntar firmas. Están los que deseaban mantenerse fieles al pensamiento del Presidente Vázquez y no firmaron, pero que tal vez ahora deban rever su posición ya que Tabaré ha manifestado con hidalguía su voluntad de que esa Ley sea anulada. Están los que dijeron que esa Ley no se debía anular en esta legislatura y no firmaron (pienso, por ejemplo en Astori y los compañeros de Asamblea Uruguay). Están los que dijeron que esa Ley la debía anular el Parlamento y no firmaron (pienso en el 26 de marzo o en Sarthou). A ellos los convoco, más allá de lejanías y discrepancias, para encontrarnos en la tarea por el interés superior de anular la ley de impunidad a través del voto popular. También convoco al pueblo blanco y colorado a reflexionar sobre esta nueva posibilidad que se nos abre. Como lo dijo Artigas "Para mí no hay nada más sagrado que la voluntad de los pueblos". Anular la Ley de Impunidad no es mirar hacia el pasado. Es mirar hacia el futuro. Quiero que los historiadores de mañana digan que este pueblo digno, en esta primera década del siglo XXI, se juntó en torno a la anulación de una ley infame y la anuló. De la misma manera que impedimos las privatizaciones de las principales empresas públicas en 1992 o el agua o ANCAP, defendiendo el patrimonio nacional, creo que hoy se vuelve imprescindible juntarnos en esta magna tarea que no tiene candidato ni partido, sino la convocatoria del pueblo soberano para que se cumpla su voluntad en el ejercicio de la democracia directa.

La dignidad del pueblo está por encima de banderas partidarias, alianzas o predilecciones electorales. Como la paz o la pública felicidad o la libertad, este momento de definición con el SÍ a la anulación de la ley en el sobre del voto, es la expresión de la dignidad de un pueblo por la justicia, por la verdad y por la igualdad de todos los orientales ante la ley. Por eso convoco a todos los que no trabajaron para la recolección de firmas a que se sumen con el mejor entusiasmo llamando a votar por el SÍ a la anulación. Que en la campaña electoral, en los discursos, en la propaganda, en las radios, los diarios e Internet, aparezca con claridad una consigna "Ahora TODOS votamos SÍ para anular la Ley de impunidad".

Luego, cualquiera sea el resultado electoral, emergerá con fuerza desde el fondo de la historia aquel mandato artiguista que decía: "Que en modo solemne se exprese la voluntad de los pueblos en sus gobernantes".

Ignacio Martínez / EL POPULAR / RECOSUR

CHARRUÍSMO II. 
CHARRUISMO Y EL ETNOCIDIO DE SALSIPUEDES

Carlos E. de Mello

Respecto de una nota del Dr. Julio Ma. Sanguinetti en su editorial de El País de 19 de abril de 2009.

Soy de los que creía que nadie le iba a contestar a Sanguinetti. Pensé que no valía la pena. Hay tanta investigación, tantos libros y tantas conferencias acerca de este tema, de blancos, frenteamplistas, independientes y hasta investigadores de su mismo partido, que se contesta sólo.

Por no hablar de Pivel Devoto del partido Nacional, o los jóvenes investigadores de izquierda como Gerardo Caetano y Nelson Caula, por no hablar de antropólogos como Daniel Vidart, o estudiosos independientes como Danilo Antón ("Uruguay Pirí:" título del libro que usé para mi canción homónima grabada por Numa Moraes, y que "pirí" quiere decir "toldería" en idioma charrúa). Ese artículo pobrísimo se podría contestar con apenas un título de un ilustre investigador, periodista y abogado de su propio partido, el Partido Colorado, que se llama Carlos Maggi, editorialista del mismo diario El País, y que escribió recientemente una contundente obra titulada: "Artigas y su hijo el Caciquillo". Por supuesto el hijo de Artigas referido es Charrúa.

Lo sorprendente es que el ex presidente diga que "tan poco genocida fue el choque (sic) de Salsipuedes, que murieron según se supone, unos 40 charrúas y 300 fueron hechos prisioneros y llevados a Montevideo". Los 300 que "se supone" que fueron llevados a Montevideo, se fueron a pié desde Paysandú en una caravana de esclavos escoltados por los soldados de Rivera, y que fueron muriendo por el camino niños y madres embarazadas. Y los pocos más fuertes que pudieron llegar lloraban de tal manera en el puerto de Montevideo, "que hacían insoportable la apacible siesta del patriciado montevideano" según documentos públicos que están bajo la custodia de la Biblioteca Nacional.

"Don Frutos matando amigos!" fué la frase que alcanzó a pronunciar el cacique charrúa herido de muerte por Rivera, cuando ingenuamente le abrió la puerta de su casa y de su pueblo en el arroyo Salsipuedes.

Pero debo darle la razón en ésto a Sanguinetti: no fué un genocidio. Genocidio hizo Hitler que mató a millones de judíos pero no pudo exterminar a la raza judía. Lo del Partido Colorado en el poder y el Presidente Rivera, fué simplemente un "Etnocidio" pues exterminó totalmente una Etnia. Esto es: exterminó algo más que una raza: borró una cultura de la faz de la tierra. Los 4 "ejemplares" que quedaron vivos en el puerto de Montevideo, fueron llevados a París para ser exhibidos ante los europeos como bichos raros americanos: Los caciques Tacuabé, Guyunusa, Vaimaca Pirú y Senaqué. La nobleza americana.

Y que no venga a descubrir ahora el Dr. Sanguinetti a los pacíficos guaraníes, como si se pudieran contraponer a sus hermanos indios, los rebeldes charrúas, por más que hubieran habido guerras entre hermanos.

Quienes escoltaron al pueblo oriental en el Éxodo, y no permitieron que los portugueses ni otros maleantes se acercaran, fueron los Charrúas. Quienes esperaban a Artigas en Tacuarembó cuando éste se sentía traicionado por el gobierno de Buenos Aires, era la Nación Charrúa, "el centro de mis recursos" decía Don José y se perdía en las grutas de Arerunguá en Tacuarembó con sus amigos indios, y con sus lanceros negros, comandados por el poeta y comandante, Ansina. Ese fué el componente étnico de la revolución artiguista. Revolución que todavía nos inspira, e inspira a las grandes mayorías políticas de este Uruguay democrático.

Bueno, no da para más. Con todo respeto, tengo grandes raíces y amigos en el Partido Colorado. Alguien me preguntó que porqué no le contestaba a Sanguinetti. Y yo le dije, que quien soy yo para contestarle a un ex presidente. Apenas un elector que no está entre los electores del Partido de Fructuoso Rivera que el pueblo uruguayo confinó a un 7% de los electores que se deben creer que traicionar a un amigo indio o negro, es cosa que está bien.

Sé que no todos los colorados piensan así. Y sé también que en esta hospitalaria tierra charrúa, hay lugar para todos.

Carlos E. de Mello

Envío de Nelson Caula / RECOSUR


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