Síntesis informativa semanal

 

Uruguay

CONTROVERSIA EN LA IZQUIERDA – Se cumplen hoy siete días de una movilización que derivó en fuertes episodios de violencia desatados por un grupo de manifestantes primero, y la represión policial después. La situación generó una controversia que recorre hoy a la izquierda uruguaya en sus distintas expresiones.

Siete días atrás, un grupo no mayor al centenar de personas, protestó violentamente en la Ciudad Vieja de Montevideo. Imágenes desusadas hicieron su aparición en medio de la calma capitalina cuando varios jóvenes con sus rostros cubiertos, comenzaron a lanzar piedras, bombas de pintura y otros elementos contra las vidrieras, los ventanales y autos que encontraban a su paso. Simultáneamente pintaban en las paredes consignas anarquistas, contra el capital, el imperialismo y la presencia de Bush en Mar del Plata.  Paradojalmente, la marcha era seguida por una camioneta policial que no actuaba en absoluto. Los transeúntes, vecinos y trabajadores de la zona miraban con asombro y perplejidad lo que ocurría. En medio de los ruidos persistentes de una fuerte pirotecnia y de los cristales rotos, el temor se apoderó de muchos que huyeron. La rabia se apoderó de otros que comenzaron a responder a los manifestantes con las mismas piedras que antes habían tirado Es al llegar la marcha a la Plaza Matriz que la policía decide reprimir.  Lanza, entonces, un operativo, en medio del descontrol, el desorden y también de excesos. El saldo: varios detenidos, de los que finalmente cuatro fueron procesados.

De allí en más la polémica quedó desatada. El gobierno del Frente Amplio fue acusado de “timorato” por parte de la derecha (que quería más represión), y de “represor” por parte de sectores de la izquierda radical. En el centro de las miradas se encuentra el ministro del Interior, Dr. José Díaz quien ayer compareció ante una comisión parlamentaria para dar explicaciones del accionar policial. Con ironía desde los partidos conservadores se le preguntó “dónde quedó aquello de desmantelar el aparato represivo?”, aludiendo a una vieja consigna de la izquierda uruguaya. A su vez varias organizaciones radicales (Colectivo Militante, Refundación Comunista, Coordinador Artiguista de Liberación 1971, Frente Revolucionario por una Alternativa Socialista y Movimiento Revolucionario Oriental) emitieron un comunicado donde, entre otros puntos, cuestionan a Díaz y recuerdan que fue “promotor, desde la “OLAS”, de la lucha armada continental como vía de acceso al poder e integrante del aparato armado del Partido Socialista”.

Más a fondo, las organizaciones radicales acusan al gobierno de defraudar las expectativas populares: “se ha mentido y por tanto se violenta la confianza del pueblo. El marco democrático que el gobierno quiere preservar, restringido e insuficiente si no se le incorpora contenido económico, social y político de carácter popular, se intenta mostrar como la panacea de todos los males de manera absoluta, abstracta y vacía. Se cuestiona la protesta legítima del pueblo y sus formas de lucha en el marco de la entrega que significa la firma por parte del Ministro Gargano, (otro firme defensor de la lucha armada en los sesenta y partícipe de la “OLAS”) y del Presidente Vázquez, del preacuerdo en torno al “Tratado de Inversiones”, neocolonial y entreguista, con Estados Unidos en Mar del Plata”, afirma el comunicado ya aludido. Por su parte el líder del ex guerrillero MLN - TUPAMAROS, José Mujica calificó de “izquierdita” a los protagonistas de la marcha de la Ciudad Vieja. Agregó que se trata de grupos de ultraizquierda con mentalidades “infantiles e intransigentes” que siempre se forman dentro de la izquierda, “haciendo el juego a la derecha”.

El fallo con respecto a los cuatro detenidos del juez Juan Carlos Fernández Lecchini, no ha hecho más que profundizar la polémica. El magistrado optó por tipificar un delito que ni siquiera durante la dictadura fue aplicado:

“sedición”. La propia fiscal, responsable de la acusación, les imputaba el delito de “atentado”, de menor entidad y, además, excarcelable. Si bien no existe una sentencia definitiva sobre los detenidos, el solo hecho de que se maneje esta dureza por parte de un juez, contrasta gravemente con la flexibilidad que la justicia ha mostrado con respecto a otros graves delitos entre ellos los de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.

En medio de este debate, hoy en la tarde se producirá una concentración y posterior marcha convocada por varias organizaciones, entre ellas Plenaria Memoria y Justicia, para reclamar la liberación de los detenidos. Irma Leites, integrante de la organización, dijo que el encuentro tendrá un tono absolutamente pacífico. El ministro Díaz por su parte, dijo que si la manifestación es pacífica será respetada y protegida.

 

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