Brasil |
Jueves 3 de setiembre de 2009 |
1) NA MIRA DA JUSTIÇA
ZERO HORA – Porto Alegre, Domingo, 30 de agosto de 2009.
A vida de um símbolo da repressão
Manuel Juan Cordero, militar uruguaio acusado de torturar oposicionistas, vive como uma pessoa comum em Livramento.
Um dos acusados de torturar oposicionistas de ditaduras na América do Sul, nos chamados Anos de Chumbo, vive como um cidadão comum e pacato em Santana do Livramento. Morando em uma casa no centro da cidade, o militar da reserva uruguaio Manuel Juan Cordero Piacentini, 70 anos, briga na Justiça para evitar a extradição para Argentina – autorizada pelo Supremo Tribunal Federal (STF) – sem, praticamente, chamar a atenção da população do município.
Cordero vive na Rua Uruguai, via que, por coincidência, leva o nome de seu país de origem. Na mesma casa mora o cunhado, Simão. O dinheiro que o sustenta no Rio Grande do Sul vem de sua aposentadoria de tenente-coronel do exército uruguaio – recebida em Montevidéu por sua filha, procuradora de Cordero.
Sua casa, de cor amarela, é discreta em meio a outras bonitas residências que a circundam. A pintura está gasta, e as janelas ficam sempre fechadas – a residência parece até abandonada. No portão da garagem, a tinta branca não conseguiu apagar por completo uma pichação que estampa a palavra “asesino” – “assassino”, em espanhol.
Achar alguém que fale de Cordero é difícil. Muitos utilizam a justificativa de que não o conhecem ou não acompanham sua vida. Outros, como vizinhos, preferem não fazer comentários.
Zero Hora tentou falar com Cordero. Na casa onde mora, nas proximidades da Estação Rodoviária de Livramento, demorou a atender a reportagem. Conversou brevemente através dos frisos da janela. Não era possível sequer ver o rosto do militar. Cordero disse que não poderia falar, por recomendação do advogado. Definiu essa atitude como “estratégia de defesa”, pois foi alvo de protestos na última semana – manifestantes se concentraram em frente à casa do militar, chamando-o de “assassino” e “torturador”.
Em suas raras saídas, vai até a um armazém próximo. Quando é visto, geralmente está trajando roupas simples. O dono do pequeno ponto comercial preferiu não se identificar, mas falou sobre o militar:
– Ele é quieto. Entra, compra e vai embora. Não é de conversar – contou.
Certa vez, Cordero foi visto tomando cerveja em um bar próximo à linha divisória entre Livramento e Rivera.
Ronan Dannenberg
Um deboche à Justiça, diz ativista
O simples fato do militar uruguaio Manuel Cordero sair de casa, mesmo que raramente, infringe a prisão domiciliar a que está submetido. Conforme o presidente do Movimento de Justiça e Direitos Humanos, Jair Krischke, o militar não deveria deixar a residência em hipótese alguma.
– Foi concedida a ele a prisão domiciliar com a justificativa de que estaria com problemas cardíacos e de que passaria por uma cirurgia. Até hoje se desconhece essa operação e ainda há esses relatos de que ele bebe e fuma. É um deboche à Justiça brasileira. Que cardíaco é esse? – questiona.
Krischke é a pedra no sapato de Cordero. Mesmo de Porto Alegre, o ativista não deixa de se manter informado sobre a vida do militar e de tomar medidas para que a extradição – autorizada em 6 de agosto deste ano – seja efetuada.
Cordero já declarou que, mesmo com a extradição para a Argentina definida pelo Supremo Tribunal Federal (STF), vai manter sua defesa. O que ele alegará para não sair de Livramento é aguardado com ansiedade por Krischke e por Argentina e Uruguai, países de origem de vítimas que teriam sido torturadas e mortas na Operação Condor, entre as décadas de 70 e 80.
Ronan Dannenberg | SANTANA DO LIVRAMENTO/CORRESPONDENTE
Uma história de violência
- Manuel Juan Cordero Piacentini é acusado de ter participado da Operação Condor, movimento que caçava oposicionistas das ditaduras militares de países da América do Sul. Cordero teria torturado e matado adversários políticos entre a década de 70 e o início dos anos 80.
- Entre os crimes, o militar é acusado de envolvimento nas mortes do senador Zelmar Michelini e do deputado federal Hector Gutierrez Ruiz.
- Ambos faziam oposição ao governo uruguaio e foram detidos em Buenos Aires, em 1976.
- Além disso, é suspeito de ter sequestrado o filho recém-nascido da professora uruguaia Sara Rita Mendez, que foi torturada na capital argentina.
- Em fevereiro de 2007, Cordero foi preso em Santana do Livramento. Foi levado para o Presídio Estadual do município e, posteriormente, para o 2º Regimento de Polícia Montada da Brigada Militar, na mesma cidade.
- Lá, ficou até dezembro de 2008, quando foi concedida ao uruguaio prisão domiciliar por estar com a saúde debilitada.
- No último dia 6 de agosto, o Supremo Tribunal Federal (STF) autorizou a extradição de Cordero para a Argentina.
EN 7 DE SETEMBRO ESCRACHE EN MONTEVIDEO !!!
EXTRADIÇÃO DO CEL CORDERO
GRITO de YPIRANGA – 7 de SETIEMBRE
Declaratoria de la Independencia de BRASIL
HOY Nuestro grito es CORDERO a la ARGENTINA
Que LULA firme la extradición
NOS CONCENTRAMOS el 7 de setiembre en la Embajada o el 9 en la Gran Gala en el Parque Hotel. Confirmaremos día y hora con tiempo
MOVIMENTO DE JUSTIÇA E DIREITOS HUMANOS/ Brasil RECOSUR 1126 – 03/09/2009
2) LUCHANDO CONTRA LA ESCLAVITUD CONTEMPORÁNEA
Miércoles, 2 de Septiembre de 2009
Por Deborah Goldemberg | Global voices
Kaos en la Red, 30 de agosto.- El trabajo esclavo es un vestigio de los tiempos de esclavitud en Brasil, particularmente en los estados del norte y noreste, y es un hecho bien sabido. Siendo el último país en el mundo en abolir la esclavitud, recién en 1888, la esclavitud temporal debido a endeudamiento y el trabajo forzado han continuado y sido combatidos regularmente por el Gobierno en regiones aisladas, donde los brazos del sistema judicial enfrentan un desafío demográfico.
Sin embargo, cada vez que ocurre este tipo de incidente en el Estado de São Paulo, particularmente en el Gran São Paulo, la noticia ocupa la primera plana de los principales periódicos brasileños. Eso fue lo que sucedió la semana pasada, cuando auditores laborales de São Paulo, acompañados por fiscales laborales, liberaron a 20 personas de la esclavitud (dos de ellos menores de edad, de sólo 17 años de edad) en la Municipalidad de Mogi Guaçu (SP).
El Blog do Sakamoto [pt], especializado en noticias sobre trabajo esclavo y partícipe del premiado sitio web Repórter Brasil [pt], informó sobre el incidente, dirigiendo la atención a la ironía de que hayan esclavos adolescentes viviendo en una escuela estatal abandonada. “Ok, esto ha sucedido cientos de veces en Brasil, desafortunadamente. Lo absurdo sobre este caso es que el empleador alojó a los esclavos en una escuela abandonada, con cables de electricidad al descubierto y cloacas abiertas.
A pesar de las malas condiciones, él dijo que les cobraría por el alojamiento. El Ayuntamiento había arreglado un contrato con Pimenta para que él use la casa detrás de la Escuela Municipal a cambio de llevar adelante el mantenimiento del lugar. La Escuela Agraria Graminha fue cedida a la Municipalidad, por el Estado, nueve años atrás. Ahora, el contrato será cancelado y el Ayuntamiento está analizando si va a demandar al empleador.
El edificio fue clausurado y la Secretaría llevará a cabo un estudio sobre la posibilidad de reabrir la escuela. ¡Increíble! Todavía están discutiendo la “posibilidad”… La incidencia del trabajo esclavo en São Paulo evoca la cuestión discutida en el pasado por el periodista independiente e intelectual del Estado de Pará, Lucio Flávio Costa, según nos cuenta en su artículo: ‘Trabajo esclavo: ¿una anomalía amazónica? [pt]
“Desde 2003, 192 personas han sido denunciadas por el Ministerio de Trabajo y Empleo por forzar a sus empleados a trabajar bajo condiciones análogas a la esclavitud. Más de dos tercios de estas compañías (147) operan en Amazônia Legal [ing]. El “campeón” nacional de trabajo esclavo es el Estado de Pará, con casi un cuarto de las denuncias totales, 52. Los dos puestos siguientes en este notorio ránking también están ocupados por Estados amazónicos: Tocantins (43) y Maranhão (32).
Lo que lleva a una alta concentración de explotación laboral no es una anomalía amazónica, sino el hecho que la región es un área de expansión de la frontera económica de Brasil. Hay un supuesto tácito de que el pionero no trae necesariamente consigo hábitos contemporáneos”.
Lo que Lucio Flávio Pinto quiere decir es que a pesar de la incidencia más alta de trabajo esclavo en los Estados fronterizos, debido a las condiciones favorables (además de las geográficas, según él, también es la ausencia de prácticas, justicia, educación contemporáneas, etc.), llevada a cabo por agentes económicos, agricultores y empresarios de todas partes de Brasil, siempre alineados con agentes locales.
Quiere decir: “las circunstancias hacen al ladrón” (un dicho popular brasileño) y en varios contextos favorables para la explotación del trabajo, la herencia brasileña de esclavitud se manifiesta de nuevo. Afuera de la zona de frontera, otros factores contribuyen a la incidencia de los fenómenos, tales como: malas administraciones locales, escasa revisión de cuentas, débiles sindicatos, trabajo migratorio, y una población más vulnerable y desinformada.
El caso Mogi-Guaçu no es aislado y los bloggers brasileños han estado informando regularmente sobre la incidencia del trabajo esclavo en São Paulo, tanto en áreas rurales como en urbanas. Este año, el blog Anjos e Guerreiros [pt] publicó un artículo sobre el trabajo esclavo flagrante y la explotación del trabajo infantil en una granja limonera en la Municipalidad de Cabreúva, a 70 kilómetros de la ciudad de São Paulo.
“Un reclamo condujo a la policía hasta la granja. Un trabajador rural había estado en la propiedad por cuatro meses y contó que no había recibido ningún pago. Los responsables de su contratación también deberían ser responsables por la explotación de trabajo infantil.
- A veces nos dan un poquito de comida, a veces no comemos, no almorzamos ni cenamos.
Los trabajadores le contaron a la policía que había niños trabajando en la cosecha de limón. El Consejo Tutelar fue llamado y fue testigo de encontrar a seis menores trabajando en la granja. Uno de ellos era un niño de 12 años de edad.
- No hay guantes y ni equipamiento, ni siquiera agua. Gano R$2 reales - dijo el niño [alrededor de $ 1].
Un adolescente cuenta que los empleadores les dijeron a todos ellos que huyan en cuanto escucharon que la policía iba a llegar.
- Nosotros les dijimos que no huiríamos - afirmó”.
En la ciudad de São Paulo, en el corazón del área urbana, la incidencia del trabajo esclavo tiene otras características hacia las cuales el blog Verdefato [pt] dirige nuestra atención: “El trabajo esclavo urbano es menor que el de las áreas rurales. La Policía Federal, las Delegaciones Regionales de Trabajo, el Ministerio Público de Trabajo y el Ministerio Federal de Trabajo ya actúan sobre el problema.
Vale la pena recordar que la esclavitud urbana es de otra naturaleza, con características distintas… el principal caso de esclavitud urbana en Brasil es el de los trabajadores emigrantes ilegales de América Latina - principalmente bolivianos - en los talleres de costura de la región metropolitana de São Paulo. La solución depende de la regularización de estos inmigrantes y la despenalización de sus trabajos en Brasil”.
El mismo blog denuncia este caso de un inmigrante boliviano, uno entre tantos trabajando en estas condiciones: [esp] “Habiendo estado sentada por más de 16 horas frente a la máquina de coser, la madre de Ramón está apurada. María Díaz cose un trozo de tela tras otro, intensamente. Ella tiene un objetivo que alcanzar. Sólo se detiene cuando necesita comer o ir al baño. La madre del pequeño Ramón es una mujer agotada.
Desde que llegó a Brasil, en 2003, ella ha trabajado de la mañana a la noche. No tiene permiso de trabajo, equipamiento de protección o asistencia médica. Ella no existe en los registros de inmigración. Oficialmente, el Gobierno brasileño no sabe de su presencia. Su salida de Bolivia, en 2003, no fue registrada tampoco. María fue traída a São Paulo por intermediarios conocidos como “coyotes”, que ganan dinero contrabandeando personas de un país a otro. En São Paulo, al menos 100.000 bolivianos están en esta condición”.
Aún en São Paulo, un artículo de un sociólogo y miembro de la Asamblea Municipal, Floriano Pesaro, publicado en el blog Coisas de São Paulo [pt], trata del caso de niños de la calle forzados a trabajar por sus padres. Es un caso de doble violación: trabajo infantil y trabajo esclavo:
“El trabajo infantil en las calles, en los negocios e incluso en las casas perdura en el Brasil urbano y rural. Se manifiesta en las peores formas, con prácticas análogas al trabajo esclavo, explotación sexual comercial, tráfico y venta o explotación sexual de niños, y el uso de niños en tráfico de drogas. Estas prácticas incluyen actividades criminales que son ilícitas y llevan a los niños y adolescentes a la muerte. En la ciudad de São Paulo, según una investigación de FIPE, en 2007, hay más de 1.000 niños en trabajo infantil sólo en las calles”.
Mientras escribo este artículo para Global Voices o nline, me preguntaba si el diseminar noticias tan malas a todo el mundo no dañaría la imagen de Brasil en el exterior, pero este blog tan interesante de Edson Rodrigues [pt], me ayudó a decidirme. Él pone una lista de 15 Verdades y Mentiras sobre el trabajo esclavo en Brasil, unas de las cuales tiene que ver con la diseminación de las prácticas del trabajo esclavo que traen perjuicios al país:
12) Mentira: La promoción de noticias internacionalmente daña al comercio y al país. Verdad: Esto es una falacia. No erradicar el trabajo esclavo es lo que daña la imagen de Brasil en el exterior. Las amenazas de sanciones comerciales serán implementadas si el país no trabaja para resolver el problema. Empleamos trabajo esclavo, eso lo saben todos… La agricultura es fundamental para el desarrollo de nuestro país.
Por esta precisa razón, debería estar en la primera línea para combatir el trabajo esclavo, identificando y aislando a los empresarios que están actuando de manera criminal. Esta es la manera de asegurar que toda la actividad económica sufrirá por el comportamiento de unos pocos”. Apropiándome de sus palabras, concluyo este artículo sintiéndome segura de que el trabajo esclavo es un vestigio generalizado de la época de la esclavitud legal en Brasil y que sería una anomalía no combatir este fenómeno de frente. Fuente: Global Voices en Español.
Traducción: Carolina Belén Peralta (GV). Deborah Goldemberg | Global voices / Prensa indigena RECOSUR 1126 – 03/09/2009
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