COMCOSUR

 

Comcosur Mujer

 

ARGENTINA

1) PRESENTACION DEL LIBRO PAN Y ROSAS DE ANDREA D�ATRI

B�rbara Funes
Rebeli�n

El jueves 10 de junio, con un auditorio repleto de gente, se realiz� la primera de una serie de presentaciones que se realizar�n en todo el pa�s de Pan y Rosas. Pertenencia de g�nero y antagonismo de clase en el capitalismo, de Andrea D�Atri, junto con una exposici�n de fotos, afiches y una proyecci�n de videos, en el Centro Cultural Rosa Luxemburgo.
Abri� el debate Silvia Delfino, docente del Area de Estudios Queer de la UBA, quien plante� que �es especialmente importante la decisi�n pol�tica que Andrea toma en este libro de recorrer los debates del feminismo, no s�lo desde la teor�a sino desde la pr�ctica�. Para finalizar reconociendo que, en este caso, se trata de un �libro militante� que �concibe el antagonismo de clase no como un mero reconocimiento de la diferencia, sino como una invocaci�n a la transformaci�n hist�rica y pol�tica�.
A continuaci�n intervino la periodista Sandra Chaher, de P�gina 12, que se�al� que el libro �tiene tres valores. Uno es el aspecto pedag�gico: que en este momento repase las luchas de g�nero, desde lo te�rico y desde lo pr�ctico, desde la reflexi�n, de ahondar en el debate, etc�. En segundo lugar, que �habla de resistencias� y el tercer valor es el de �la valent�a de Andrea para plantear temas como el marxismo en este momento�.
Luego habl� Caty Balaguer, trabajadora de Pepsico, que narr� su experiencia como obrera consciente que se propuso luchar contra sus condiciones de existencia y organizar al resto de sus compa�eras de f�brica. Despu�s de conmovernos con los relatos de la explotaci�n y las historias cotidianas de solidaridad, Caty finaliz� con estas palabras que arrancaron el aplauso de todos: �Una vez en una marcha una chica me pregunt� si yo era feminista. Y yo en ese momento dije que no. Pero despu�s dije que s�, pero yo soy feminista de otra manera. Y le puse un ejemplo: yo trabajo en una f�brica donde tenemos que hacer una masa y tenemos que cargar harina en una cubeta para hacer la masa. Si tengo que cargar esa bolsa de harina de 50 kilos �qui�n la carga, yo o un hombre? Obviamente que la chica me dijo que era un hombre el que la ten�a que cargar. Y yo le dije no, si la f�brica tiene m�quinas, tiene que haber una m�quina que la cargue. Bueno, yo creo que cuanto m�s se liberen, tanto hombres y mujeres, de la explotaci�n y la opresi�n, m�s liberadas vamos a estar nosotras.�
Finalmente, Andrea explic� por qu� es necesario un an�lisis marxista, de clase, de la opresi�n de la mujer para tomar en nuestras manos la lucha por nuestra emancipaci�n. Para ello, puso como ejemplo la guerra de Irak, donde hay un alt�simo porcentaje de mujeres entre las tropas imperialistas. Finalmente, compartimos un brindis con los y las presentes y se planificaron nuevas presentaciones del libro en facultades y otros centros culturales del pa�s.
 




Fragmento de la presentaci�n

�Por qu� g�nero y clase?


Por Andrea D'Atri

(...) Las primeras v�ctimas de los bombardeos fueron mujeres: una adolescente de 14 a�os, herida en las piernas y el abdomen mientras desayunaba en su casa. Tambi�n su hermana y su sobrina de apenas un a�o, heridas mientras la primera amamantaba a su peque�a hija. El grito de �NO a la guerra� se oy� inmediatamente en todos los continentes. Durante las movilizaciones, algunas voces feministas denunciaron la violencia como una exclusividad masculina, los conflictos b�licos como privativos de los varones patriarcales y postulaban a las mujeres como constructoras de paz y portadoras naturales de una �tica del amor y el cuidado. Pero en el transcurso de la guerra asistimos a una cruenta realidad en la que las mujeres no �ramos solamente v�ctimas. Recientemente, las fotos y videos que muestran a soldadas norteamericanas practicando abusos sexuales, torturas y vejaciones a prisioneros iraqu�es recorrieron el mundo. La mayor�a del feminismo hizo silencio sobre la particularidad de este hecho protagonizado por mujeres o se limit� a aclarar que esas mujeres ten�an conductas patriarcales. (...) Creo que la guerra de Irak impone al feminismo un desaf�o que es el de superar la contradicci�n igualdad - diferencia para lanzarse a un an�lisis del mundo mucho m�s complejo que el que queda planteado desde las categor�as mujeres / varones.
(...)
Muchas feministas entendieron que la democracia era el r�gimen pol�tico que permitir�a reducir la brecha de la pobreza, del acceso a la educaci�n, de la participaci�n pol�tica. Creyeron que la democracia era el espacio que las mujeres pod�an utilizar en su lucha por la igualdad. (...) La democracia no es neutra. La democracia antes que g�nero, tiene clase. Las mujeres como Margareth Thatcher y Condoleeza Rice adem�s de pertenecer al mismo g�nero, son fundamentalmente mujeres de la misma clase. (...) Con los muertos en Irak, la expoliaci�n de los pa�ses semicoloniales, la explotaci�n de millones de hombres y mujeres como Caty, se sostiene la democracia norteamericana, la democracia por excelencia... donde hasta una mujer negra puede ser la principal asesora de defensa. (...)
Para las feministas de la diferencia, las mujeres tendr�an una inclinaci�n menor hacia la crueldad y la violencia. Su �tica del cuidado y el amor podr�a crear una cultura de paz y desarrollo. O mejor dicho, una contracultura opuesta a la cultura dominante. Pero las feministas de la diferencia, adem�s de muchas cuestiones por las que pueden ser criticadas, olvidaron que lo que domina al mundo no es una cultura. O al menos, no fundamentalmente. Incluso la cultura dominante tiende a imponerse mediante las bombas. La clase dominante domina a trav�s de la educaci�n, la cultura, la ideolog�a. Es verdad... manejan los resortes de los medios de comunicaci�n de masas, las instituciones del r�gimen democr�tico... pero fundamentalmente, es due�a de los medios de producci�n y para sostener su dominio cuenta con el monopolio de la fuerza, con los ej�rcitos y la polic�a cuya �nica funci�n es la de defender la propiedad privada. (...) Hasta ahora, el capitalismo se sostiene en la explotaci�n de la fuerza de trabajo de millones de Catys. Mujeres y hombres de la clase obrera no s�lo fabrican los alimentos, los vestidos, construyen las casas, los puentes, los aviones, abastecen de luz, gas, agua a las ciudades, hacen funcionar los tel�fonos, los bancos, las escuelas, los aeropuertos... tambi�n fabrican las m�quinas, las m�quinas que hacen m�quinas, e incluso fabrican las bombas, las municiones, transportan los pertrechos... (...)
Si la clase obrera dijera al un�sono �guerra a la guerra�, como fue el grito de Rosa Luxemburgo frente a la Primera Guerra Mundial, se paralizar�a esta infernal maquinaria. (...) Para terminar quisiera repetir una frase que transcribo al final del libro y que es de una mujer socialista norteamericana que nada menos que en 1914 dijo: �El socialista que no es feminista carece de amplitud. Pero quien es feminista y no es socialista carece de estrategia.� Como no soy historiadora ni escritora profesional, sino una militante marxista revolucionaria, espero que este peque�o libro sirva para colaborar desde nuestro punto de vista a la lucha de las mujeres por su emancipaci�n.
 




BRASIL

1) CAMPA�A QUIERE TERMINAR CON DISCRIMINACI�N DE G�NERO EN LA EDUCACI�N

Adital

La lucha por una educaci�n humana no discriminatoria gana destaque el pr�ximo lunes, d�a 21. Es el D�a de la Educaci�n Humana No Sexista o, como se le llama desde 2000, D�a de la Educaci�n No Discriminatoria. La fecha fue instituida en 1982 por la Red de Educaci�n Popular entre Mujeres de Am�rica Latina y el Caribe (Repem), que cuenta actualmente con 172 organizaciones afiliadas de 19 pa�ses latinoamericanos. Esa red realiza actividades teniendo en cuenta la justicia en las relaciones de g�nero. En Brasil, el trabajo de la Repem es realizando conjuntamente con Red Mujer de Educaci�n (RME), ONG fundada en 1981 por la educadora y soci�loga Moema Viezzer. �La educaci�n no sexista es uno de los ejes prioritarios de la Repem, pues el sexismo constituye una de las m�s serias amenazas a la democratizaci�n de la sociedad, al excluir, discriminar y limitar la participaci�n de las personas en raz�n de su sexo�, explica Beatriz Cannabrava, presidente de la RME.
En Brasil, la RME dispone textos en el sitio de la ONG (www.redemulher.org.br), elaborados por algunas de sus integrantes, como la Tabla de Recomendaciones para la Utilizaci�n de un Lenguaje Inclusivo. Conforme Vera Vieira, coordinadora ejecutiva de la RME, en Cuiab�, Mato Grosso, la Universidad Federal de Mato Grosso (UFMT) est� promoviendo, entre otras acciones, talleres para estudiantes de 8� serie de la Ense�anza B�sica de nueve escuelas estatales, con propuestas para docentes, estudiantes de varios cursos del Instituto de Ciencias Humanas y Sociales y para trabajos en asociaciones de barrios. �Al romper con el lenguaje discriminatorio - tanto la escritura como el de las im�genes -, se avanza en la influencia de la percepci�n de la realidad por las personas, quebr�ndose patrones de comportamiento sexistas y llevando a una sociedad m�s justa e igualitaria�, avala Vera.
Sin embargo, Beatriz alerta que �a pesar de toda la movilizaci�n, la campa�a no tiene una cobertura adecuada de los medios de comunicaci�n masivos y su divulgaci�n es m�s limitada a los boletines de ONGs, Redes y a algunas emisoras de radio que apoyan movimientos de mujeres�.

 



2) MUJERES QUIEREN PARTICIPAR DE LAS DISCUSIONES DEL ALCA
Adital

El Encuentro �Jornadas Femeninas contra el Libre Comercio� que se realiz� en Recife hasta ayer, d�a 16, tuvo como objetivo el an�lisis de los perjuicios del �rea de Libre Comercio de las Am�ricas (Alca) en lo cotidiano, de acuerdo con datos de la Organizaci�n no Gubernamental estadounidense Public Citizen. Entre los puntos m�s criticados estaba el acuerdo de propiedad intelectual Trips Plus, que seg�n K�tia Guimar�es, representante de la Articulaci�n de Mujeres Brasileras (AMB), �si Brasil firma eso, significa que no tendremos ca�da de emergencia por patentes, en el caso de comprobarse nuestra capacidad de producci�n de un remedio espec�fico, y la posibilidad de importaci�n de un pa�s que venda m�s barato�.
Actualmente, el 97% de las patentes de remedios pertenecen a los pa�ses industrializados, la organizaci�n �Un Mundo, Una Lucha� junto con la Organizaci�n Mundial de Comercio (OMC) preparan para diciembre de este a�o una campa�a de presi�n sobre el Gobierno de Lula para la ca�da de la patente de un f�rmaco contra el Sida. Esa presi�n debe tomar cuerpo en el Foro Social Mundial en 2005, en Rio Grande do Sul.
El encuentro tambi�n dio como resultado la organizaci�n de los representantes de los estados para la elaboraci�n de una agenda de discusiones que deben culminar en el Consejo Nacional de Derechos de la Mujer y en la Secretaria Nacional de Pol�ticas para las Mujeres, exigiendo del Go0vbierno de Lula la transparencia en las decisiones sobre el Alca. Los acuerdos del Alca se refieren b�sicamente al comercio de bienes y servicios, inversiones, propiedad intelectual, compras gubernamentales y agricultura.
Las entidades que firman el documento de las Jornadas Feministas Contra el Libre Comercio son, adem�s de la AMB, el SOS Corpo, Grupo de Trabajo en Prevenci�n Positivo (de Pernambuco), Grupo de Trabajo de G�nero de la Red Brasilera de Integraci�n de los Pueblos (Rebrip), la Red Internacional G�nero y Comercio y los foros de los movimientos de mujeres de Pernambuco, Alagoas, Rio Grande do Norte, Para�ba, Cear�, Piau� y Maranh�o. Los pr�ximos eventos de la sociedad civil organizada, que tratar�n de comercio justo y derechos humanos, se realizar�n el 1� Foro Social de las Am�ricas, en Quito, Ecuador, en julio pr�ximo, y el 1� Foro Social Nordestino, que tendr� lugar en Recife, en noviembre de 2004.
 




PERU


1) PROGRAMA IN�DITO INTENTA ACABAR CON LA VIOLENCIA CONYUGAL

Adital

La violencia conyugal desarrollada por hombres es uno de los graves problemas de Per�, pero una iniciativa in�dita intenta revertir ese cuadro. Es el Programa �Hombres que Renuncian su Violencia�. La iniciativa empez� la semana pasada y consiste en talleres reeducativos llevados adelante tambi�n por hombres.
El programa busca apoyar a los hombres a superar la violencia que los lleva a agredir a sus parejas. El proyecto, impulsado por la Universidad Peruana Cayetano Heredia desde la Unidad de Sexualidad y Salud Reproductiva de la Facultad de Salud P�blica y Administraci�n tiene como objetivo atender a varones violentos en el casamiento, pero que quieren cambiar. El taller consta de sesiones de dos horas por semana con una duraci�n de un a�o aproximadamente, dependiendo del proceso personal que siga cada var�n.
Los talleres en verdad son espacios de reflexi�n sobre las experiencias personales de los hombres para que ellos puedan construir un compromiso permanente con la no violencia en el hogar. As�, se les proporcionar� t�cnicas para detener la violencia y c�mo negociar de forma equitativa los conflictos con sus parejas e hijos. El programa invita a vivir una nueva forma de ser var�n, m�s constructiva, creativa y afectiva, bas�ndose en el respeto a los derechos de las mujeres y en relaciones igualitarias con sus parejas.
En M�xico, Argentina y Estados Unidos el mismo programa fue desarrollado y los resultados mostraron su efectividad. La novedad es que no se orienta a las medidas punitivas o a atender limitadamente a las agraviadas, sino que se enfoca en la necesidad de intervenir tanto en la prevenci�n como en la creaci�n de oportunidades para el cambio de los varones violentos.
 




TURQUIA / KURDISTAN

1) LIBERAN A ACTIVISTA KURDA TRAS 10 A�OS EN PRISI�N

(Mujereshoy - Fuente: Canal Solidario)

Un tribunal turco orden� la liberaci�n de la activista por los Derechos Humanos, Leyla Zana, y la de otros tres activistas, condenados en 1994 a 15 a�os de c�rcel por pertenecer al Partido de los Trabajadores del Kurdist�n en un juicio declarado irregular por diversas organizaciones.
Tras diez a�os en prisi�n, la ex diputada kurda y ganadora del premio Sajarov de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Leyla Zana y sus antiguos compa�eros del Partido pro-kurdo de la Democracia, Hatip Dicle, Orthan Dogan y Selim Sadak, han sido puestos finalmente en libertad este mi�rcoles por un tribunal de apelaci�n a la espera de que se revise su proceso. Todos ellos fueron condenados en 1994 a 15 a�os de c�rcel por pertenencia al Partido de los Trabajadores del Kurdist�n (PKK), en un juicio que tanto organizaciones de derechos humanos como la Comisi�n Europea denunciaron por sus irregularidades. Incluso en 2001, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos pidi� que se repitiera el proceso por considerar que no se desarroll� �adecuadamente�, pero un tribunal de Amkara confirm� el pasado mes de abril la pena de c�rcel, decisi�n que no fue bien recibida por la UE.
En una declaraci�n publicada por la presidencia irlandesa, los entonces quince manifestaron su �profunda decepci�n� por la ratificaci�n de la sentencia y la Comisi�n Europea advirti� a las autoridades turcas que en la UE no hab�a sitio para pa�ses con �presos pol�ticos�. En un pa�s en el que la minor�a kurda ha estado hist�ricamente reprimida, Zana es considerada un s�mbolo de la lucha por la paz y por el derecho del pueblo kurdo a defender su identidad. Su trabajo la ha llevado a ser reconocida con el mencionado premio Sajarov en 1995 y a ser candidata al Nobel de la Paz ese mismo a�o y en 1998.
En 1991 Leyla fue la primera mujer kurda elegida como miembro del parlamento turco y la primera en utilizar su propia lengua en esta instituci�n cuando, al asumir su cargo, pronunci� en kurdo �luchar� para que el pueblo kurdo y el turco puedan vivir juntos en un marco de democracia�, en un momento en que no se permit�a el uso de este idioma en p�blico., por lo que se le acus� de terrorismo. La inmunidad parlamentaria impidi� que fuera arrestada, pero cuando �sta fue cancelada tres a�os despu�s, Zana y los otros tres parlamentarios kurdos fueron encarcelados. Tras su liberaci�n, Zana hizo un llamado a la reconciliaci�n entre Turqu�a y la minor�a kurda: �Pienso que hemos llegado a un momento crucial , que una p�gina nueva se ha abierto en la que los kurdos y los turcos (.) van a poder darse la mano y abrirse al mundo�.
La reivindicada liberaci�n de esta activista no es casual. La Comisi�n Europea debe presentar el pr�ximo octubre un informe sobre los progresos econ�micos y pol�ticos de Turqu�a con vistas a la posible apertura de negociaciones de adhesi�n de este pa�s, que deber� decidirse en diciembre. El Gobierno turco se ha apresurado a afirmar que la UE ya no tiene excusas para impedir la entrada de su pa�s. �Quienes buscan pretextos para rechazar a Turqu�a han perdido su �ltima baza� ha declarado el ministro turco de Justicia, Cemil Cicek, quien ha a�adido que en Turqu�a �hay una democracia que funciona, las normas se cumplen�.
 




REFLEXIONES

1) LAS NI�AS EN EL TURISMO SEXUAL

Por Eva Giberti

El territorio es el cuerpo de las ni�as y el de las adolescentes. Lo transitan los clientes que las eligen porque son seguras: est�n sanas -diferenci�ndose de las criaturas del Tercer Mundo infectadas por el VIH y otras infectocontagiosas- y porque son obedientes y manipulables.
Adem�s, siempre constituyen una novedad para el var�n ansioso de ejercer poder y disfrutar de un maltrato naturalizado por la sociedad. Que finalmente llega a ser naturalizado por las ni�as, quienes lo admiten como una forma de trabajo, un ganap�n como cualquier otro. Ni los clientes, ni las ni�as prostituidas est�n solos en esta concepci�n laboralista: la OIT, la Organizaci�n Internacional del Trabajo, tambi�n considera que la prostituci�n es un trabajo para las ni�as, pero neutraliza la gravedad de la pr�ctica -que avala sem�nticamente al denominarla trabajo- al clasificarla dentro de las "peores formas de trabajo infantil" (Convenci�n 182). Quiz�s habr�a que mejorarlo para que fuese menos "peor", pero trabajo al fin. Tal vez se podr�a crear una Asociaci�n de Meretrices de Ciclo Inicial para que fuesen ascendiendo, pasando de grado o cursando nuevos aprendizajes que les permitiese culminar en la adultez habiendo adquirido experiencia laboral acorde con la definici�n de la OIT. Aunque de la filosof�a de la organizaci�n internacional y de sus recomendaciones se desprenda su oposici�n a la prostituci�n a la que son arrastrados ni�as y ni�os, el lenguaje, como ya lo dijo Barthes, carece "de inocencia y de ingenuidad".
En este modelo se trata de una actividad por cuya pr�ctica se obtiene dinero. Que no est� destinado al mejoramiento del estado de la ni�a sino al rufi�n que la supervisa. En oportunidades, su propia familia. El tema es antiguo e involucra a diversas culturas. El com�n denominador es una criatura, habitualmente una ni�a, y un hombre -o varios- que disponen de ella. Sumergido en el silencio y en la complicidad de los adultos, el alquiler de ni�as para el turismo sexual ha sido denunciado reiteradamente.
Las t�cnicas son varias: los representantes de las criaturas las ofrecen a los clientes que las llevan consigo para vacacionar juntos durante una temporada (es un sistema largamente descrito por revistas europeas), o bien cuando llega un tour de visita a un pa�s los ch�feres que los trasladan o los conserjes de los hoteles reconocen a quienes pueden ofrecerles el producto. Quedan excluidos de este art�culo quienes no proceden de este modo. Pero conociendo las estrategias, la Asociaci�n de Ejecutivas de Empresas Tur�sticas puso en juego el III Foro Nacional y I Foro Internacional (AFEET) dedicado a la Concientizaci�n y Prevenci�n de la Explotaci�n Sexual de los Ni�os en Turismo.
La informaci�n que de all� procede, a cargo de quienes cuentan con experiencia, puede servir como alerta para quienes a�n est�n distra�dos creyendo que la prostituci�n a la que se arrastra a ni�as y ni�os constituye un fen�meno "entre la gente pobre, que no tiene principios morales". No se trata de la gente pobre, pero s� de las personas excluidas, sumergidas en el hambre y en la miseria social que constituyen el principal nicho de donde proceden estas peque�as v�ctimas. Lo cual suele constituir una preocupaci�n extra para los rufianes, puesto que deben refinar a algunas de sus pupilas antes de entregarlas.
�Qu� les sucede a estas ni�as inmersas en la promiscuidad prostibularia? Algunas de ellas -y no pocas- han sido violadas, es decir, incestuadas por sus padres a la edad de cinco o seis a�os, continuando con la experiencia hasta la pubertad. De modo que ingresan en la pr�ctica conociendo la mec�nica. Previamente y de la mano de su pap� conocieron el dolor f�sico, el asombro, el miedo y la humillaci�n: aprendieron que no deb�an hablar de "eso". El aturdimiento, ante un procedimiento desconcertante, suele generar algo semejante a una falta de conciencia, o sea una manera de defenderse intentando "no darse cuenta" de lo que les pasa. Se trata de una sensorialidad sin registro representacional: les resulta dif�cil verse a s� mismas en esa escena que est�n protagonizando. Se asemeja a un estado de obnubilaci�n sin perder lucidez para la convivencia a la que est�n obligadas.
El fen�meno puede encontrarse en las ni�as prostituidas cuando acumulan estas pr�cticas y no aciertan a describirlas a pesar de contar con lenguaje suficiente. En cambio utilizan expresiones genitalizadas, incorporan palabras no habituales en el lenguaje de una ni�a de diez a�os -por citar una edad- cuando conversa con un adulto. Estas ni�as, que son rebautizadas con sus nombres "de guerra", que ostentan como una adquisici�n, aprenden a reconocer el poder que adquieren sobre los varones que las utilizan: se sienten necesarias y describen a "los tipos que est�n esper�ndolas" para "pedirles cosas". Cuentan con una curiosa conciencia de su esclavitud: saben que no pueden escapar (algunas de ellas lo intentaron y terminaron violentamente golpeadas) y al mismo tiempo intentan jerarquizar su actividad como "un trabajo cualquiera".
Entre las ni�as que son prostituidas y permanecen al servicio de los varones del barrio y las que son victimizadas por los que vienen del exterior mediante el turismo sexual, hay diferencias cualitativas. Las que se ofrecen a los turistas reciben otros cuidados por parte de la patronal, inclusive en materia de ropa y salud: dif�cilmente concurran a un hospital, ya que desde sus profesionales pueden surgir las denuncias comprometedoras.
Pero cualquiera sea la posici�n, el trauma que provoca la acci�n sistem�tica del cuerpo masculino sobre, contra y dentro del cuerpo de la ni�a puede generar una angustia desmesurada que le resulta sumamente complejo procesar.
El Consejo de los Derechos del Ni�o, la Ni�a y la Adolescencia de la Ciudad de Buenos Aires mantiene una campa�a de esclarecimiento y avanza en el intento de conectarse con estas v�ctimas, para lo cual el compromiso de la comunidad, denunciando, es clave. Pero contamos con un inconveniente que parece insalvable. Utilizar a las ni�as en la prostituci�n es un hecho naturalizado por la comunidad. La enfermedad, la corrupci�n y la desdicha que progresivamente se instalan en la vida de estas v�ctimas es una producci�n comunitaria. Que la comunidad podr�a regular si se interesase por esas ni�as que han sido decretadas personas aptas para el placer masculino; son personas puesto que la prostituci�n no las cosifica; entonces el var�n encuentra placer en utilizarlas porque, justamente, son personas -aunque esclavizadas- y no objetos a merced de su violaci�n.
 



ASAMBLEA INTERNACIO
NAL DE MUJERES DEL CAMPO
Irene Le�n

ALAI-AMLATINA 14/06/2004, Sao Paulo.- M�s de un centenar de mujeres provenientes de 47 pa�ses, de todo el mundo, participaron en la II Asamblea Internacional de Mujeres del Campo que, como parte de la Conferencia de la V�a Campesina, se realiz� en Sao Paulo (Brasil) el 12 y 13 de junio del 2004.
Con una agenda pautada por el riesgo de desaparici�n de los modos de vida campesinos, que resulta de la creciente transnacionalizaci�n de la producci�n rural, las mujeres encontraron el tiempo propicio para priorizar el tema de su participaci�n ciudadana, en todos los �mbitos, y elaborar una agenda que amalgama la lucha contra el patriarcado y el neoliberalismo.
En sentido contrario al abandono del campo que las din�micas del capital generan, el movimiento de mujeres rurales se amplifica en n�meros y se robustece en contenidos, pues su resistencia en el campo implica tomas de posici�n claras frente a tem�ticas de punta, tales como la biogen�tica, y su monumental industria de h�bridos, entre cuyos �conos figuran los alimentos transg�nicos; o la propiedad intelectual, cuyo registro privado constituye la mayor pirater�a de conocimientos que se haya conocido.
A la par de los debates sobre los devastadores efectos del libre comercio sobre las mujeres del campo, se colocaron en la agenda tem�ticas que requieren urgente toma de medidas, como es el asunto de la persistente violencia f�sica y sexual, cuyo registro se extiende desde el territorio dom�stico hasta el geopol�tico, este �ltimo agudizado por la embestida imperialista para tomar control del mundo y sus recursos. La erradicaci�n de la violencia contra las mujeres en el mundo rural, en un contexto de militarizaci�n creciente y de machismo soliviantado, es prioridad mundial.
Las mujeres, venidas de los cinco continentes, visualizaron su diversidad como una fortaleza, cuya frontera no termina en las significativas expresiones culturales, que cada etnia y contexto producen, sino que abarca dominios como el del conocimiento, como lo es el desarrollado por las mujeres en la agricultura, la hibridaci�n natural de semillas, la alimentaci�n, y otros campos.
En la actualizaci�n del marco reivindicativo que result� de la Asamblea, tienen especial relevancia problem�ticas inherentes a la conjunci�n entre el patriarcado y el modelo, como es el caso de las restricciones a la ciudadan�a, nombre, herencia, autonom�a econ�mica, acceso a la tierra, educaci�n, estatus social, y otros, los mismos que atraviesan las realidades de las mujeres del campo en el Norte y en el Sur.
La V�a Campesina es �nica en su g�nero, no s�lo por ser la mayor articulaci�n del movimiento del campo en el mundo, sino tambi�n por tener el lineamiento del 50% de participaci�n de las mujeres en todas sus esferas, por eso mismo, estas �ltimas expresaron ahora la necesidad de seguir adelante y hacer que la organizaci�n adopte pol�ticas expl�citas, para enfrentar las situaciones estructurales que limitan su participaci�n. Ello con la intenci�n de cambiar el mundo empezando desde adentro.

* Texto de la Declaraci�n de la II Asamblea Internacional de Mujeres Campesinas

 

 

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